24 Nov Clínica San Martín, con las pilas puestas por el medio ambiente
Cada vez más utilizamos dispositivos tecnológicos que nos facilitan nuestras labores cotidianas, ejemplo de ello son los controles remotos de los televisores y aires acondicionados, calculadoras y ni qué decir de los celulares que se han convertido casi en un apéndice humano por las utilidades que nos brindan.
Todos estos elementos tienen algo en común: utilizan como fuente de energía pilas secas, las cuales contienen metales pesados, elementos químicos no biodegradables en la naturaleza.
Uno de los metales pesados utilizados en las pilas es el mercurio, elemento químico capaz de contaminar las fuentes naturales de agua, acumulándose en los seres vivos que habitan el ellas (peces, crustáceos, moluscos, etc.) y por extensión a las personas que los consumen, pudiendo causar desde malformaciones fetales hasta enfermedades mortales.
Las pilas también pueden contener plomo (daña el sistema nervioso, los riñones y el sistema reproductivo), litio (neurotóxico y tóxico para los riñones, produce fallas respiratorias, depresión del miocardio, edema pulmonar y estupor profundo), cadmio (sustancia cancerígena que si se respira a altos niveles produce graves lesiones en los pulmones e ingerirlo produce daños a los riñones), níquel (efectos sobre la piel, respirar altas cantidades produce bronquitis crónica y cáncer del pulmón y de los senos nasales).
Si tenemos presente que una pila común puede contaminar 3000 litros de agua (equivalente a mi ingesta de agua durante cuatro años), una pila alcalina puede contaminar 175.000 litros de agua y una pila de botón como la que tienen los computadores puede contaminar 600.000 litros de agua (equivalente a la ingesta de todo el personal de la Clínica durante dos años), podremos ser conscientes de la necesidad de hacer una buena disposición de estos residuos.
En la Clínica San Martín Barranquilla Ltda. somos responsables con la disposición de pilas y baterías. Desde hace varios años se ha venido ejecutando la práctica denominada “Pilas con el ambiente” y durante este año se han segregado 15 kilogramos (casi 600 unidades) de pilas variadas, las cuales van a una adecuada disposición final controlada para evitar la contaminación ambiental y sus nefastas consecuencias.
De esta manera hacemos nuestro aporte por un ambiente más sano que redunde en una mejor calidad de vida para la generación actual y las venideras. También invitamos a todos los colaboradores y usuarios a segregar las pilas adecuadamente para ayudarnos a prevenir la contaminación del agua que finalmente terminamos ingiriendo.
Unas recomendaciones finales: procura disminuir el consumo de pilas; siempre que sea posible, en caso necesario, utiliza pillas recargables; no compres pilas piratas, duran menos y son más tóxicas; no arrojes las pilas en la basura, en el campo ni mucho menos en la calle; evita que las pilas lleguen a cuerpos de agua y jamás las quemes; usa y promueve productos que funcionen con energía solar, éstos no contaminan y son energéticamente más eficientes.